Cumplir 20 años contra
viento y marea no es fácil, y los que hemos vivido la escena musical
Colombiana lo sabemos mas que nadie.
Aún tengo vivos los
recuerdos de las primeras ediciones de este festival, al cual la
ciudad y el mismo movimiento rock y alternativo le debe mucho, no
solo por llevar de manera libre a la tarima artistas que tal vez
nunca hubiésemos visto, sino por todo el camino recorrido en sus
enseñanzas (para bien o para mal) nos han marcado en la capital.
El festival en su
evolución ha tenido sus etapas, algunas parecen mas un retroceso,
otras, mas bien interesantes propuestas y grandes aciertos, y al fin
de cuentas, ha venido desarrollándose como una infaltable cita con
las nuevas bandas del continente, y un repaso de sus artistas
preferidos.
Contrario a la que muchos
por ahí desean, yo no he sido muy amigo de destinar grandes
presupuestos en magnas estrellas mediáticas que llenan con miles de
espectadores el recinto, público que realmente no hace parte de la
escena sino oportunistas de la gratuidad del cartel, y son ellos los
que mas figuras piden para cada año, olvidando el real sentido de
este certamen, una ventana agraciada a el talento nacional y la
visita de artistas que aportan de una u otra manera a el circuito
local.
En el momento de las
estadísticas, sustentar los resultados de este certamen con el
numero de asistentes, me parece algo engañoso, pues una escena no se
fortalece solo trayendo artistas de radio que llenan el Simón
Bolivar, pero estos (espectadores) nunca van a comprar rock nacional,
creo yo que sería mejor generando oportunidades a bandas locales,
ofreciendo shows atractivos para el público sin importar su
convocatoria, activando circuitos de bares y recintos, así como
integrando géneros y seguidores musicales que llevan a la practica
el tan anunciado concepto de tolerancia, la armonía y la convivencia
de la cual el festival se ha vuelto un ícono latinoamericano.
Esta celebración de 20
años no puede ser como la de hace 5 años cuando se festejaron las
15 ediciones, que parodiando una reunión de quinceañera, se
convirtió en un evento social donde disfrutaron mas los invitados,
que la propia agasajada, quien a veces se ponen un traje hermoso pero
incomodo, unos tacones a los cuales no estaba acostumbrada que no la
deja ni caminar, mucho menos bailar, viendo un video de su biográfico
transcurrir que además de emocionar, trajo consigo algunas
vergüenzas y ni hablar de los gastos en que incurre la familia para
que disfrutaran otros por encima de el personaje que realmente está
de pláceme, mientras el tío se emborrachaba, la mejor amiga se
vomitaba en el baño y los familiares famosos se llevaban la
atención. No, esta vez será diferente, esta vez la fiesta sera
interna, con los allegados, los de la casa, no están de mas algunos
invitados externos que le pondrán ambiente a la cosa, pero la
propuesta de este año es volver a los orígenes, a comer arroz con
pollo y ensalada fría en vez de el bufete de las 3 carnes, a la
bailada en la sala y garaje (Vuelve la Media Torta!!!!), donde los
protagonistas nos recordarán como comenzó a moverse esto, de la
mano de los que si les tocó ir al bautizo, a los que ayudaron en el
trasteo, a los que se mantienen firme en la familia, como los de La
Pestilencia, Atercipelados, La Derecha, Neurosis, Superlito, I.R.A,
Catedral, Skampida, Ingrand, Sidestepper, Doctor Krápula, Nepentes,
Nawal, La etnia, Alerta, El Sie7e, Polikarpa y sus Viciosas, entre
otros y a un nutrido grupo de nuevas propuestas, otras no tanto, pero
en fin, vienen a gozar y a hacer gozar, sin pensar tanto en el
vestido y la decoración de sala de recepción, acompañados de unos
artistas internacionales fabulosos (uno que otro colado como siempre)
que han recorrido otros caminos a la par que el festival, pero que el
destino los reúne en la capital de la diversidad, por lo menos por 3
días.
A eso le apuesta Rock al
Parque este año.
Un vistazo para los invitaos de este año:
http://rockalparque.net/invitados-rock-al-parque-20-anos-actualizado