Desde comienzos de los
90´s, nos invadían cientos de sonidos provenientes de la ola
alternativa que producían principalmente los Estadounidenses e ingleses que
reconocían en la diversidad el gran peso de las minorías étnicas
en la música.
Se escuchaban grupos de
rock que combinaban sus acordes agresivos con sintetizadores y cajas
de ritmo que les industrializaban su propuesta, Post hippies que
usaban la world music con el funk, raperos que alternaban con
jevimetaleros, poperos que se atrevían, punkeros que sonreían, y
gruncheros que nos contagiaban su malestar con la vida.
En ese caldo de
experimentación, el hip hop estaba que ardía, y no lo quería hacer
solo, lo hacía con todo el que se juntara, y que mejor compañía
que otro sub genero negro por naturaleza como lo es el Jazz. Un
yacero como Herbie Hancock ya en los 80´s había puesto a bailar a
los break dancers con su Rock It
(http://www.youtube.com/watch?v=GHhD4PD75zY), y aparece en la escena
un señor como Geoff Wilkinson a quien la
Blue Notes Records (uno de los mas importantes sellos de Jazz
norteamericano) le autorizó utilizar como se le diera la gana su
catalogo, y el muy acertadamente, desarrolló un proyecto que
fusionaba los viejos clásicos del jazz, con varios Mc`s descargando
rap con la mejor de la fluidez, y fue allí justamente de donde nació
uno de los clásicos del acid Jazz
¨cantaloop¨(http://www.youtube.com/watch?v=JwBjhBL9G6U),
demostrando una vez mas que el hip hop, jazz, funk y el soul pueden estar
íntimamente ligados.
Casi 20 años después, en
Bogotá Nicolás Barragán conocido en el ambiente del hip hop
capitalino como PET FELLA, unta sus versos y letras en una amalgama
de soul, Jazz, funk, blues y mucho de ese sonido de los años 30 y 40
(su imagen refuerza el concepto), refrescando la ya monótona escena
rapera con una propuesta sonora que engancha fácilmente en los
oídos de los iniciados de la rima urbana, así como seduce a los no muy seguidores de cualquiera de estos géneros que tal vez cada uno por su
lado no tendrían el peso para atraer fanáticos.
En vivo, son una gran
descarga de feelling hecho por buenos músicos como Sebastian Panesso en la guitarra,
Nicolás Garzón en el Bajo, Andrés Gómez en los Teclados, Cesar
Henao en la batería, y Adrián Hidalgo en el Saxo tenor y barítono
quien a mi modo de ver, lleva a los espectadores con su perfomance a
otro nivel de disfrute mayor, todo esto liderado por la fluyente voz de nicolas, quien sabe canalizar sus emociones y sensaciones a través de las palabras que escupe, y su excelente manejo del escenario.
Muchos dicen que son uno
de los grupos de mas proyección del momento, yo de proyección no
digo nada porque cada vez que santifican un artista en este país,
parece que le echaran la sal, pero pienso que talento definitivamente si hay, y una
propuesta interesante como esta tiene mucho camino por recorrer,
pero siempre y cuando, las líricas sigan aportando narrativas que se identifiquen con sus fans, y ojalá con el tiempo logren aportar su grano de
arena a la escena mundial de alguna manera, de lo contrario, volveremos a lo que ya se
hizo hace 20 años en otro país...
por lo pronto ojo con Los Petit Fellas .
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