viernes, 11 de junio de 2010

LA MÚSICA EN MANOS DE PELAGATOS

Siempre me he preguntado porque en Colombia la industria musical en los últimos 20 años ha estado básicamente en manos de una exótica generación de pelagatos, que se ha dedicado a ensordecer las cabezas de los colombianos, principalmente en sectores de la música juvenil, donde por ejemplo, para ser locutor de radio solo es necesario hablar y pensar como un Pre-adolescente, y tener ese recalcitrante acento al expresarse sobre lo mas banal que se le puede ocurrir, sin importar para nada elementos otrora básicos en el oficio como: la correcta modulación, técnica vocal, o por lo menos una vocación melomana que en otros tiempos era requisito indispensable, pues no se trata necesariamente de que sean músicos, o expertos en todos los géneros, pero si por lo menos grandes conocedores de la linea musical de el medio en el cual trabajan.
Aún mas siniestra es la situación de las directivas de las casas discográficas, en manos de personas inoperantes para su labor, que en el mejor de los casos conocen de mercadeo y promoción, pero sin la mas mínima idea de una expresión artística tan fundamental como lo es la música y su medio, quienes se han venido quedando en modelos obsoletos y poco funcionales para el mundo de hoy.
Es tal la desazón de esta dinámica, que estos personajes de radio antes mencionados, después de un recorrido light por la dial, terminan siendo los escogidos para dirigir las grandes discográficas, bajo el argumento de que son los que conocen "los gustos" de los oyentes, o porque sencillamente son cercanos a los programadores de la emisora en la cual trabajaron, y por ende pueden hacer sonar sus productos(los de las disqueras) en sus antiguos nichos de trabajo.
Por otro lado, encontramos algunos casos remotos de conocedores de música, pero con muy pocos conceptos de desarrollo industrial, mercadeo y todas esas herramientas que son indispensables para la supervivencia en este difícil medio.

Es necesario tener ciertos conocimientos básicos para ingresar y mantenerse dignamente en este medio musical, que afecta a miles de miembros, ya sea dentro del negocio como: músicos, productores, programadores, ingenieros de grabación, diseñadores gráficos, arreglistas, técnicos, distribuidores, vendedores, compositores, disjockeys, etc, o simples escuchas que reposan sus oídos sobre canciones escogidas bajo unos dudosos criterios seleccionados la mayoría de veces por los menos indicados, los PELAGATOS DE LA MÚSICA.

El asunto no para ahí, yo quisiera saber quien les otorgo el derecho de escoger la banda sonora de nuestro diario vivir, a perfilar éxitos, a escoger el artista que marcará la vida de muchos, así como a desechar las propuestas de otros, porque todos sabemos que en la industria no es necesario ningún alto nivel ni musical, ni estilistico, ni vanguardista para triunfar, cuando su mejor arma es la repetición machacante en busca de éxitos, lo demás va a quedar en otro plano mucho menos importante.
Afortunadamente, el desarrollo de la web, y las nuevas tecnologías, han acelerado los muy necesarios cambios en este plano. Y es tal la mediocridad de estos individuos que han dirigido (con algunas excepciónes) esta industria en Colombia, que todo esto les llego, y no pudieron evitar su predecible hecatombe, llevando a la quiebra sectores como los discográficos, que antes podían vender 100.000, 150.000, ó 250.000 copias de su artista promedio insigne, y ahora se conforman con vender en el mejor de los casos15.000, pero al mismo tiempo usurpandoles porcentajes por otros aspectos como presentaciones y hasta derechos de autor, aún sin entender que ellas (las discograficas) se deben gracias al talento del artista, y no al contrario.
Por eso para nada debe extrañarles su quejumbrosa desaparición, pues no fueron capaces de adaptarse a los nuevos tiempos y dejaron que la piratería y las descargas electrónicas desautorizadas, les tomaran una ventaja casi imposible de reducir, caso contrario al de otros países donde la situación fue asimilada con razón y etica, para ser transformada en un nuevo modelo de industria musical.
A mediano y largo plazo, auguro un muy parecido destino a los medios de comunicación como la radio y televisión del país, si mantienen su posición soberbia y muchas veces tirana al respecto de las nuevas tecnologías y criterios artísticos, pues el Internet cada vez tiene mas fuerza y todo parece que la situación tiende a devolverle la música a los músicos, y los oyentes cada vez serán mas autónomos sobre lo que querrán oír.


1 comentario:

  1. Excelente reflexión, gracias por compartirla, me tomo el derecho de difundirla

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