martes, 16 de julio de 2013

LOS PETI FELLAS


Desde comienzos de los 90´s, nos invadían cientos de sonidos provenientes de la ola alternativa que producían principalmente los Estadounidenses e ingleses que reconocían en la diversidad el gran peso de las minorías étnicas en la música.
Se escuchaban grupos de rock que combinaban sus acordes agresivos con sintetizadores y cajas de ritmo que les industrializaban su propuesta, Post hippies que usaban la world music con el funk, raperos que alternaban con jevimetaleros, poperos que se atrevían, punkeros que sonreían, y gruncheros que nos contagiaban su malestar con la vida.
En ese caldo de experimentación, el hip hop estaba que ardía, y no lo quería hacer solo, lo hacía con todo el que se juntara, y que mejor compañía que otro sub genero negro por naturaleza como lo es el Jazz. Un yacero como Herbie Hancock ya en los 80´s había puesto a bailar a los break dancers con su Rock It (http://www.youtube.com/watch?v=GHhD4PD75zY), y aparece en la escena un señor como Geoff Wilkinson a quien la Blue Notes Records (uno de los mas importantes sellos de Jazz norteamericano) le autorizó utilizar como se le diera la gana su catalogo, y el muy acertadamente, desarrolló un proyecto que fusionaba los viejos clásicos del jazz, con varios Mc`s descargando rap con la mejor de la fluidez, y fue allí justamente de donde nació uno de los clásicos del acid Jazz ¨cantaloop¨(http://www.youtube.com/watch?v=JwBjhBL9G6U), demostrando una vez mas que el hip hop, jazz, funk y el soul pueden estar íntimamente ligados.
Casi 20 años después, en Bogotá Nicolás Barragán conocido en el ambiente del hip hop capitalino como PET FELLA, unta sus versos y letras en una amalgama de soul, Jazz, funk, blues y mucho de ese sonido de los años 30 y 40 (su imagen refuerza el concepto), refrescando la ya monótona escena rapera con una propuesta sonora que engancha fácilmente en los oídos de los iniciados de la rima urbana, así como seduce a los no muy seguidores de cualquiera de estos géneros que tal vez cada uno por su lado no tendrían el peso para atraer fanáticos.
En vivo, son una gran descarga de feelling hecho por buenos músicos como Sebastian Panesso en la guitarra, Nicolás Garzón en el Bajo, Andrés Gómez en los Teclados, Cesar Henao en la batería, y Adrián Hidalgo en el Saxo tenor y barítono quien a mi modo de ver, lleva a los espectadores con su perfomance a otro nivel de disfrute mayor, todo esto liderado por la fluyente voz de nicolas, quien sabe canalizar sus emociones y sensaciones a través de las palabras que escupe, y su excelente manejo del escenario.
Muchos dicen que son uno de los grupos de mas proyección del momento, yo de proyección no digo nada porque cada vez que santifican un artista en este país, parece que le echaran la sal, pero pienso que talento definitivamente si hay, y una propuesta interesante como esta tiene mucho camino por recorrer, pero siempre y cuando, las líricas sigan aportando narrativas que se identifiquen con sus fans, y ojalá con el tiempo logren aportar su grano de arena a la escena mundial de alguna manera, de lo contrario, volveremos a lo que ya se hizo hace 20 años en otro país...
por lo pronto ojo con Los Petit Fellas .

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